El Corpus se celebra en Sevilla con gran solemnidad.
            
            Esta considerado como uno de los grandes días 
            del año, y como consta en la antigua Bula Papal, de mediados del 
            siglo XV, en Sevilla "Canta la Fe, danza la Esperanza y salta de 
            gozo la Ciudad".
            
             
            
            En esta festividad de la Iglesia Católica se 
            conmemora la institución de la Eucaristía y se celebra el Jueves, 
            sexagésimo día después del domingo de Resurrección.
            
             
            
            Las Santas trianeras Justa y Rufina abren la 
            solemne procesión, con un recorrido que se ha mantenido invariable 
            desde el año 1596.  
            
            La comitiva realiza su salida a primeras 
            horas de la mañana por la Puerta de San Miguel de la Santa Iglesia 
            Catedral.
            
             
            
            Le sigue el paso de San Isidoro, vestido de 
            obispo; a continuación el paso de San Leandro, también de obispo.
            
            San Fernando Rey, conquistador de Sevilla, 
            tocado de una capa de armiño y portando en sus manos una espada y 
            una bola del mundo, como símbolos de Poder y Justicia.
            
             
            
            Tras el Patrón de Sevilla llega la Inmaculada 
            Concepción; el Niño Jesús bajo un templete de plata; a 
            continuación la Custodia Chica, también denominada el paso de la 
            Santa Espina, ya que custodia una reliquia de la Santa Espina de 
            Cristo que fue donada a la Catedral de Sevilla en el año 1590.
            
             
            
            Por último llega la Custodia de plata de la 
            Catedral Hispalense, que procesiona la Sagrada Forma.
            
            La custodia es el único paso que procesiona en 
            Sevilla sobre ruedas, es un extraordinario monumento 
            eucarístico de 300 kilos de plata, obra del famoso orfebre Juan de 
            Arfe, realizada entre 1580 y 1587.  
            
             
            
            La víspera y la mañana del Corpus en Sevilla 
            tiene un tradicional ambiente de color y olor: las 
            calles se engalanas con mantones y flores; se instalan altares 
            por el recorrido del Santísimo y se esparcen plantas 
            aromáticas; los escaparates se adornan primorosamente 
            para la ocasión, ofreciéndose premios en sus diferentes categorías 
            para aquellos más destacados.
            
             
            
            En la Catedral se celebra una misa 
            con el tradicional baile de
            los seises, 
            vestidos para la ocasión de rojo y oro.