

La historia se hace leyenda con
la representación de ese amor entre diferentes culturas y
creencias, en un naranjo que crece de una palmera, o de una
palmera que crece de un naranjo, que puede verse en el ensanche
de la calle Susona frente a la antigua casa familiar de la
Susona.
(facebook: Sevila Ciudad del Amor y de la
Luz)
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Según recoge la historia la Susona, arrepentida, dejó en
testamento que su calavera se expusiera en esta calle, en la
casa en que vivió, a modo de castigo ejemplar.
Hoy, y desde 1845,
su nombre y un azulejo recuerda
esta historia de amor y traición en la
casa nº 8, lugar donde estaba la casa de la hermosa Susona.
Algunas calles del Barrio Santa Cruz, como en cualquier
lugar con historia, evocan leyendas y tradiciones; esta
calle Susona, fue antigua calle de la Muerte, como aún aparece
en un azulejo a la entrada de la misma, y también denominada en
parte de la Guadaña. |