En la Plaza de Santa Cruz, ocupada antes
por la Iglesia que da nombre al Barrio Santa Cruz, encontramos
una placa que recuerda que en este lugar están los restos del
insigne pintor Bartolomé Esteban Murillo y de otros sevillanos
ilustres.
La Plaza de Santa Cruz está presidida en
el centro por una preciosa Cruz de forja realizada por Sebastián
Conde en el año 1692, rodeada por un cuidado jardín.
Como curiosidad, hay que decir que el
primitivo emplazamiento de esta Cruz fue en la popular calle
Sierpes, donde estuvo instalada hasta 1.840 en la confluencia
con la calle Rioja.
La Cruz de la Cerrajería está diseñada
como una cruz farola de la que salen cuatro serpientes, que
hacen referencia a la calle Sierpes, su primitivo lugar de
emplazamiento, y sobre sus cabezas se apoyan unos angelitos que
llevan cada uno de ellos uno de los cuatro faroles forjados.
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